miércoles, 23 de mayo de 2012

El suplementador, ese gran desconocido

Os traigo un artículo escrito por Silvia, del blog Creciendo con Emma, a la que agradezco que me haya permitido reproducirlo aquí, en el que nos habla de un aparato tan útil como desconocido, el suplementador.
Hay mamás de nuestro grupo que han sacado adelante su lactancia gracias a este invento, y es por ello que creo que este artículo será de gran ayuda para todas aquellas embarazadas que piensan lactar con sus bebés y para las que ya han sido mamás y su lactancia no ha empezado todo lo bien que esperaban.
Aquí os dejo el artículo.


El suplementador, ese gran desconocido

Suplementar. Qué frecuente es ¿verdad? Muchas mujeres comentan que están dando biberón además del pecho porque no tienen suficiente leche. Sabemos que los biberones afectan a la lactancia por dos motivos principales:
- Si se da el pecho a demanda (sin horarios, el tiempo que el bebé quiera de cada pecho, con la frecuencia que él lo pida, incluidas noches) el pecho generará la cantidad de leche que el bebé necesita. Cuánto más mame el bebé, más producirá la madre y así se va regulando la lactancia, si por cualquier motivo el niño necesita que aumente la producción estará uno o dos días mamando más frecuentemente hasta lograrlo. Si pensamos que el niño se está quedando con hambre y le damos un suplemento en biberón todo lo que tome de biberón lo va a dejar de producir el pecho, de forma que disminuirá la producción poco a poco: cada vez tomará más biberón porque llega un momento que de verdad necesite ese suplemento y la leche terminará por retirarse. 
- Por otro lado, sabemos además que no se mama igual de una tetina que de la teta. Sobre todo al principio combinar pecho y biberón puede provocar una confusión en el bebé. Del biberón sale leche prácticamente sin hacer esfuerzo, además debe succionar, no es necesario masajear con la lengua, que es como sacaría leche de un pecho, y la boca está mucho más cerrada. Hay niños que no tienen problemas y adaptan su forma de mamar según le des con el biberón o le des teta, pero en otros casos puede haber problemas de posición, el bebé cambia la forma de agarrarse al pecho y una posición inadecuada puede conllevar molestias durante la toma, grietas... Y además hay bebés que se acostumbran al flujo del biberón y se ponen nerviosos en el pecho porque les cuesta más sacar la leche, da cabezazos hacia atrás tironeando el pecho (es el movimiento que en el biberón les serviría para que fluyese mucha más cantidad de leche), se enfadan, lloran... Con lo que la madre percibe que hay un rechazo al pecho, aunque no sea así exactamente, con las consecuencias emocionales que ésto supone.
Por éste motivo, además de suplementar sólo cuándo realmente sea necesario (antes de hacerlo recomiendo consultar con una asesora de lactancia para asegurarnos de que sea así) sería importante conocer formas de hacerlo que no interfieran con la lactancia. Es bastante conocida, sobre todo los primeros días la suplementación con jeringuilla, con vasito, con cuchara... Pero si realmente necesitamos suplementar cantidades importantes estos métodos nos resultan poco prácticos. Perderíamos mucho tiempo si tuviéramos que dar por ejemplo 100 ml con una jeringuilla, incluso el bebé podría ponerse nervioso si tiene hambre. Una muy buena opción para suplementar es el suplementador o relactador. 
 ¿Qué es un suplementador o relactador?
Consiste en un recipiente donde vamos a poner la leche (materna o artificial) que va colgado al cuello de la madre. De este recipiente salen dos sondas cuyo extremo se coloca con un poco de esparadrapo al lado del pezón de forma que el niño al mamar succione a la vez del pezón de la madre y de esta sonda. Las hay de diferentes grosores para adaptar el flujo de leche que llega a la boca del bebé. 
¿Qué ventajas tiene?
La principal es que en cada toma se estimula el pecho de la madre a la vez que aportamos al bebé la cantidad de leche que necesite. Si realmente hay un problema de producción que no se solucione en dos días poniendo más al pecho al bebé y que comprometa la adecuada nutrición del mismo, este sistema es mucho más adecuado que un biberón, porque al estimular el pecho cada vez la mamá va a producir más leche, poco a poco irá tomando menos cantidad del suplementador y llegará un momento en el que podamos dejar el suplemento y tome únicamente teta. Además está la ventaja de que no perdemos tiempo en dar primero teta y luego biberón sino que hacemos la toma en un único momento. 
¿Cuándo se suele necesitar el relactador? 
- Prematuros cuya succión es demasiado débil y no estimulan adecuadamente el pecho o les cuesta mucho mamar, de ésta forma hacen menos esfuerzo.
- Madres de niños adoptados que quieren lactar. Sí es posible que haya lactancia sin embarazo.
- Madres que han tenido que interrumplir la lactancia por cualquier motivo y ha bajado su producción. O la ha desaparecido totalmente y quieren recuperarla (relactación). En estos casos es más difícil pero desde luego no imposible.
- Más frecuentemente casos de madres que han iniciado la lactancia mixta con biberones, su producción ha bajado y quieren recuperarla, pero el niño necesita ya demasiado suplemento como para simplemente prescindir de él.
¿Dónde puedo encontrarlo? 
Hay dos opciones: se puede conseguir en la farmacia, Medela lo comercializa como Sistema de Nutrición Suplementaria (SNS), es el que podéis ver en las dos imágenes anteriores. O se puede fabricar uno casero, simplemente necesitaremos una sonda finita, la colocamos en el biberón y de ahí al pecho sujeto igualmente con un poco de esparadrapo. Buscando por la red he encontrado este foro donde una mamá (Canelamama) explica cómo ha fabricado su relactador, tomo prestadas las imágenes que me parecen muy ilustrativas:



¿Cuánto tiempo estaré utilizando el suplementador?
No hay tiempos, ten paciencia, poco a poco irás viendo como cada vez el bebé toma menos leche del suplementador. Se retirará del pecho e irá sobrando cada vez más leche en el bote, no intentes forzar y reducir tú la cantidad de leche que vas poniendo en el suplementador. Lo que sí se puede ir haciendo, siempre observando que el bebé lo tolere adecuadamente, es ir disminuyendo el flujo que obtiene el bebé del relactador para que tome más del pecho, aunque lógicamente se alargarán más las tomas. Se puede hacer de dos maneras: utilizando una sonda más fina, o bajando la posición del biberón. De todos modos, mi recomendación es que si te planteas relactar, sería fundamental contar con la ayuda de una asesora de lactancia, porque es un proceso que puede resultar duro y ese apoyo y seguimiento del proceso es importante, es necesario hacer un seguimiento del peso del bebé, pañales mojados, cacas... 
Aquí tenéis más información sobre la relactación y la suplementación:
Gracias de nuevo a Silvia por cedernos su artículo de manera totalmente desinteresada, os invito a pasar por su blog Creciendo con Emma donde comparte su experienca como mamá.

1 comentario:

  1. Qué interesante! Gracias por compartir!
    Añado por experiencia un par de cosas: el suplementador o relactador debe usarse DESPUÉS de la toma de teta. La prioridad debe ser aumentar la producción, y para eso cuanto más estímulo mejor. Lo suyo es dar primero solo teta, con compresiones mamarias si son necesarias, y cuando ya "no haya más" (que siempre hay, pero bueno), usar el relactador. Así estimulamos el doble la mama y priorizamos la leche materna directamente de la teta sobre el suplemento.
    A lo de "cuando se suele necesitar" añado: cuando hay problemas de hipogalactia materna (poca leche) por cirugias mamarias, hemorragias en el parto, problemas hormonales... Y en casos de bebés con dificultad de succión: anquiloglosia o frenillo sublingual, retrognatia...
    Yo estoy encantada con el aparatejo, pero mas encantada estoy ahora que no tengo que usarlo xD

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